Si volem que els nens i les nenes siguin persones solidàries hem d’ensenya’ls a respectar i ajudar als demés. Aquest aprenentatge s’hauria de fer, sobretot, a casa. Però l’escola no pot estar al marge i també pot ser un bon lloc per inculcar els valors solidaris als infants.

- Infants procedents d’altres països o cultures. A l’aula s’ha d’afavorir el coneixement i el respecte pels costums d’aquests infants, perquè comprenguin que allò que és diferent és només això: diferent. Si aquesta diferència fos la causa de burles o rebuig, s’ha de treballar perquè
- Hem de deixar que els infants coneguin la discapacitat o la deficiència psíquica d’altres infants. Durant la primera infància els infants accepten
- Compartir les tasques d’encarregats (repartir el material, regar les plantes, etc.). Els ensenyarà la importància que té la cooperació en la feina.
- Aprendre a través de treball cooperatiu.
- Promoure i programar diferents activitats de caràcter cooperatiu per tal que els infants s’adonin que no només s’ha de tenir en compte la seva opinió, sinó que s’han de comparar els diferents punts de vista de tots.
- Participar en campanyes de recollida de menjar, productes d’higiene o joguines pels més necessitats.
ANDALUNA Y SAMIR
Hi ha un error en el títol del vídeo, hauria d'anomenar-se
Cooperación y solidaridad
CONTE
Un alto en el camino de Pedro Pablo Sacristan
En un lejano país hubo una vez una época de gran pobreza, donde sólo algunos ricos podían vivir sin problemas. Las caravanas de tres de aquellos ricos coincidieron durante su viaje, y juntos llegaron a una aldea donde la pobreza era extrema. Era tal su situación, que provocó distintas reacciones a cada uno de ellos, y todas muy intensas.
El primer rico no pudo soportar ver aquello, así que tomó todo el oro y las joyas que llevaba en sus carros, que eran muchas, y los repartió sin quedarse nada entre las gentes del campo. A todos ellos deseó la mejor de las suertes, y partió.
El segundo rico, al ver su desesperada situación, paró con todos sus sirvientes, y quedándose lo justo para llegar a su destino, entregó a aquellos hombres toda su comida y bebida, pues veía que el dinero de poco les serviría. Se aseguró de que cada uno recibiera su parte y tuviera comida para cierto tiempo, y se despidió.
El tercero, al ver aquella pobreza, aceleró y pasó de largo, sin siquiera detenerse. Los otros ricos, mientras iban juntos por el camino, comentaban su poca decencia y su falta de solidaridad. Menos mal que allí habían estado ellos para ayudar a aquellos pobres...
Pero tres días después, se cruzaron con el tercer rico, que viajaba ahora en la dirección opuesta. Seguía caminando rápido, pero sus carros habían cambiado el oro y las mercancías por aperos de labranza, herramientas y sacos de distintas semillas y grano, y se dirigía a ayudar a luchar a la aldea contra la pobreza.
Y eso, que ocurrió hace tanto, seguimos viéndolo hoy. Hay gente generosa, aunque da sólo para que se vea lo mucho que dan, y no quieren saber nada de quien lo recibe. Otros, también generosos, tratan de ayudar realmente a quienes les rodean, pero sólo para sentirse mejor por haber obrado bien. Y hay otros, los mejores, a quienes no les importa mucho lo que piense el resto de generosos, ni dan de forma ostentosa, pero se preocupan de verdad por mejorar la vida de aquellos a quienes ayudan, y dan mucho de algo que vale mucho más que el dinero: su tiempo, su ilusión y sus vidas.
¡Aún estamos a tiempo de cambiar al grupo bueno!
El primer rico no pudo soportar ver aquello, así que tomó todo el oro y las joyas que llevaba en sus carros, que eran muchas, y los repartió sin quedarse nada entre las gentes del campo. A todos ellos deseó la mejor de las suertes, y partió.
El segundo rico, al ver su desesperada situación, paró con todos sus sirvientes, y quedándose lo justo para llegar a su destino, entregó a aquellos hombres toda su comida y bebida, pues veía que el dinero de poco les serviría. Se aseguró de que cada uno recibiera su parte y tuviera comida para cierto tiempo, y se despidió.
El tercero, al ver aquella pobreza, aceleró y pasó de largo, sin siquiera detenerse. Los otros ricos, mientras iban juntos por el camino, comentaban su poca decencia y su falta de solidaridad. Menos mal que allí habían estado ellos para ayudar a aquellos pobres...
Pero tres días después, se cruzaron con el tercer rico, que viajaba ahora en la dirección opuesta. Seguía caminando rápido, pero sus carros habían cambiado el oro y las mercancías por aperos de labranza, herramientas y sacos de distintas semillas y grano, y se dirigía a ayudar a luchar a la aldea contra la pobreza.
Y eso, que ocurrió hace tanto, seguimos viéndolo hoy. Hay gente generosa, aunque da sólo para que se vea lo mucho que dan, y no quieren saber nada de quien lo recibe. Otros, también generosos, tratan de ayudar realmente a quienes les rodean, pero sólo para sentirse mejor por haber obrado bien. Y hay otros, los mejores, a quienes no les importa mucho lo que piense el resto de generosos, ni dan de forma ostentosa, pero se preocupan de verdad por mejorar la vida de aquellos a quienes ayudan, y dan mucho de algo que vale mucho más que el dinero: su tiempo, su ilusión y sus vidas.
¡Aún estamos a tiempo de cambiar al grupo bueno!
JOCS

Bibliografia relacionada
Col·lecció Somnis
Una de les principals capacitats que té l'ésser humà és la imaginació. Aquesta col·lecció té precisament el propòsit d'estimular i enriquir aquest territori mitjançant una delicada literatura acompanyada d'il·lustracions boniques. La bona literatura ha transformat la humanitat des del principi dels temps. Fomentar entre els més petits la solidaritat, el sentit de la justícia, la tolerància i la necessitat de diàleg entre les persones és el primer pas perquè alguns somnis es facin realitat, en nom d'un futur millor.
Contes per a infants
UN GRANET D'ARRÓS
UN GRANET D'ARRÓS
Fina i Tuni Anglès Soronelles.
Reus : Ajuntament de Reus, Regidoria de Solidaritat i Cooperació, 2006.
El conte posa damunt de la taula que en l'àmbit de la cooperació i la solidaritat internacional cal, des de casa, anar fent petites coses,
petits gestos que reverteixin a molta gent i produeixin canvis grans. Expressions com ara «de mica en mica s'omple la pica» o
«posar-hi el nostre granet de sorra» estan en el rerefons de la història que s'explica. Tot plegat s'associa al treball i la constància per
obtenir els resultats desitjats, per compartir allò que es té, perquè compartir, encara que sigui poc, és la millor manera d'ajudar,
segons aquest conte.
Llibres per als docents
EDUCAR EN LA JUSTÍCIA I LA SOLIDARITAT
Oriol Ràfols
2005. Editorial: Edebé
2005. Editorial: Edebé